El mes de junio pasado se hizo la primera actividad experimental con la participación de niños “Jo soc el meu dibuix”, donde los niños dibujaron personajes y después les dieron vida, mapeando su propia postura de cuerpo y sus movimientos, mediante tecnología de sensores de profundidad. Es un ejemplo claro de lo que se puede hacer en el Living Lab. Esta actividad usa la tecnología para responder a un reto existente que es el como hacer la hora de cuento bi-direccional (los niños participan en la creación de la historia) y convertirla en una actividad continua y colaborativa.
3 octubre, 2015 at 21:39
El mes de junio pasado se hizo la primera actividad experimental con la participación de niños “Jo soc el meu dibuix”, donde los niños dibujaron personajes y después les dieron vida, mapeando su propia postura de cuerpo y sus movimientos, mediante tecnología de sensores de profundidad. Es un ejemplo claro de lo que se puede hacer en el Living Lab. Esta actividad usa la tecnología para responder a un reto existente que es el como hacer la hora de cuento bi-direccional (los niños participan en la creación de la historia) y convertirla en una actividad continua y colaborativa.